Batalla de las Facilidades

Breve recorrido sobre el comportamiento del microcrédito en el Ecuador desde la perspectiva comercial.

SEINCOB S.A

10/18/20242 min read

Hace 15 años Las Instituciones competían para que su diferenciador sea el SERVICIO de calidad, se preocupaban por conocer todo sobre el cliente, su entorno familiar, personal, su negocio y destino del crédito a profundidad, por otro lado, que el cliente sienta esa cercanía y confíe en ellos. Para eso se basaban en la metodología que debía cumplirse al pie de la letra y con políticas rígidas que al final del día terminaban por educar al cliente, quien estaba consciente del proceso que debían seguir para acceder al crédito.

Años mas tarde el campo de batalla era otro, las Instituciones competían especialmente en microcrédito por quién da las MEJORES TASAS DE INTERÉS, recordemos que inicialmente microcrédito financiaba Capital de trabajo y Activo Fijo. Para este momento la tasa de interés estaría definida por el destino del crédito; en muchas instituciones cambiaron las políticas y los microempresarios recibían créditos de consumo sin importar realmente el destino. Como consecuencia se desvirtuó el microcrédito y su metodología, por lo cual empezaron a existir falencias y a tener un análisis más sucinto.

Hace no muchos años atrás empezó una nueva Batalla, EL MONTO DE CRÉDITO, para tener un contexto, inicialmente se catalogaba microcrédito a montos no mayores a $20.000 y para aquellos que no tenían acceso al financiamiento formal, posterior a ello hubo una nueva reforma donde no se definía el monto máximo y categorizaron de diferente forma a los microempresarios por su nivel de ventas. Esto hizo que haya ofertas de crédito con montos exorbitantes que superaban los $100.000. Los Asesores buscaban colocar estos montos para cubrir las altas metas que se planteaban las instituciones financieras. Aquí se dejó de cumplir gran parte de la metodología e incluso atrajo a personas que se dedicaban a alterar la información para que los clientes puedan acceder a estos montos, desencadenando graves problemas de morosidad.

Al día de hoy se libra una nueva Batalla DE LAS FACILIDADES, es una creciente competencia entre las instituciones financieras para ofrecer productos de manera más accesible y rápida, considerando que en muchos de los casos todo el proceso es digital. Existen ya muy pocos asesores especializados en microcrédito y al producto se lo trata como uno más, si bien es cierto hay muchas herramientas e información para mitigar el riesgo, pero se está dejando de lado la parte humana, el contacto con el cliente, conocer su realidad y necesidades, más aún tomando en cuenta la coyuntura nacional.

Considerando este breve recorrido, sería importante replantearse, si la estrategia adecuada es el crecer rápidamente o se deben mantener estándares rigurosos de evaluación y metodología crediticia. Por otra parte, reflexionar si nuestro mercado está preparado para que se tomen decisiones crediticias remotas basadas en información o es importante retomar el enfoque de servicio y contacto con nuestros clientes.